Tener lo que se tiene. Poesía reunida

2009. Adriana Hidalgo
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Tener lo que se tiene Sólo me faltan rastas en el pelo blanco de tan quemada por el lindo sol de marzo sobre el río cuyas aguas se enfrían más y más cálido el sol y helada el agua y después el frescor de la atardecida bajo un manto de rocío que arrastra delicadamente marzo para largas caminatas, Talita corretea por su coto de caza y yo recibo las mejores melodías, versos que se arman solos en mi cabeza afinándose en la increíble caja de resonancia del agua, volvemos a casa luego para dormir como santas Talita y yo viviendo un rato como queremos, dejá que barra cualquier melancolía en la mañana temprano y tener lo que se tiene, dejame el presente --------------------------------------------------------------------------------------- El cambio Me levanto a las seis y veo la luz de la luna que en el poniente mengua con delicado mordisco veo cómo llega la otra luz y se juntan ambas y una se funde en otra y después el oro nuevo de sol sobre las copas más altas de los árboles y la luna que sigue en el cielo empalidece y se vuelve fantasma y la luz del sol entrando al monte baña troncos y ramas y aquellas sombras difusas de plata que la noche dibujaba se transforman en sombras nítidas y contrastantes de dirección cambiada: lo inclinado hacia el este ahora hacia el oeste se tiende y hasta la sombra parece despertada, los zorzales acompañan el plata, luego el coro disperso de los pequeños, las gallinetas que se desperezan en los fondos de la casa graznan en montonera y el cucú de torcazas que aún en la fiesta de la naciente mañana igual suenan a duelo, a delicada advertencia en la dicha del día donde de pronto ya nada importa más que el día mismo --------------------------------------------------------------------------------------- El sonido de la vida Si oír es interpretar con el cuerpo ahora vos me acunás como un pájaro en la frecuencia sonora de la radio que rasga el silencio de la noche o la resalta para viajar al sueño Si mirar es ejecutar con el ojo aquello que se mira sobre el tosco puente de ramitas, hoy vi al Santa Rosa enmarañado como una ciénaga bajo los solos del bicharaje en la húmeda tormenta Si meterse al corazón del monte no es aventura menor en las pupilas educadas por el sueño, hoy me dieron África al fin, pero en mi casa tierra del yaguareté acariciada por eso que se ve en la barbarie de esteros consagrados al sueño donde graznan los caraos y vuelan mariposas del tamaño de una uña y gansos de cuello negro en mágicas bandadas hacia el sur Si abrir los ojos es dejar el aliento en amor de lo mirado, ¡qué lindo el pago y el exceso de lo nativo y lo cautivo!, ramalazo de sangre donde se pierde cualquier acento de presencia humana devorada por el malón del verde que me acuna en una antífona de vientos y tambores en la húmeda campana de las islas cuando todo ha sido hecho y nunca ha sido la gloria y la belleza habitan el defecto Si descubro esta polilla entre mis ropas buscando la extensión del monte que acoge lo que muere y lo que nace y abro la ventana y digo ve con Dios a las oscuras zanjas o al brillo mortal del sol, princesa negra como yo lo haré siguiendo un día los acordes del sonido de la vida si el delito natal así lo quiere y pueda irme para siempre en lo mirado --------------------------------------------------------------------------------------- Las cosas parecen lo que hemos decidido son Un perro cimarrón cruza los fondos buscando rastros de algo o alguien quizá tan huérfano sin dueño y sin manada se lo ve a la intemperie del monte y la mañana gris, “que los perros sean libres como los pájaros” dijo el vecino ayer pero ser libres qué es, y soy el perro o mi opinión del perro de a ratos sola como un perro campanea el refrán la mirada en los fondos de la casa y un jilguero entre las ramas agita sus alitas salta come caga como si fuera feliz. Mudo el perro y el jilguero canta --------------------------------------------------------------------------------------- Día del perdón De todas las cosas que me han pasado en esta vida son las inocentes las que recuerdo con hondura y más mientras los años a disparada como potros en una estela de polvo también pasan y pasan, pero el vicio nunca acaba de andar así ensuciando esa claridad solita que viene por encanto y por gualicho bruto se va de andar pensando fiero o pensando mal de esto o de aquello y sobre todo de la siempre linda inocencia franca para darle a los demás y más aún de la que tienen los otros o ganas de tenerlas de seguro como yo, dar y recibir así de ida y vuelta y natural si miramos bien las cosas qué fácil es perderse en belleza inocente que no calcula porque ve solamente hondura o ese espesor de la vida único al hacer las cuentas donde es llamado el instante que no nos dio cosa ninguna más que el alma entera y sabionda de saber nada se lleva y sólo fue ganar fue seguir en la montura sutil del viento

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